En épocas de frío proloferan los virus respiratorios, que provocan enfermedades como resfriados, gripes o las temidas bronquiolitis. Estas últimas son la principal causa de ingreso hospitalario en bebés. ¿En qué debo fijarme si tengo un bebé?
Lo normal es que tenga síntomas como tos, secreción nasal o nariz taponada, pero a veces este cuadro se puede complicar y derivar en algo más grave que necesite de atención médica. Os dejamos por aquí 4 SEÑALES que indican que un bebé puede necesitar atención médica por problemas respiratorios:
1) *Fiebre*: esta seguro que no hace falta que os la digamos, pero si el bebé tiene 37,5º o más de temperatura es importante llevarlo al pediatra para tratarlo lo antes posible.
2) *Sibilancias*: son los pitidos que escucháis cuando el bebé respira. Es indicativo de que hay inflamación en las vías aéreas y puede necesitar medicación como broncodilatadores o corticoides.
3) *Coloración azulada*: ojo, no se trata de que el bebé tenga un color pitufo. Se trata de una coloración más bien violeta oscuro-azulado. Esto indica que el bebé sufre de una desaturación de oxígeno (el nivel de oxígeno baja porque el aire no consigue llegar al pulmón). Es necesario llevar al bebé inmediatamente al médico.
4) Tiraje al respirar: si véis que al bebé le cuesta respirar, tira mucho del cuello para coger aire o aparecen surcos en la zona costal cuando respira, es síntoma de que al bebé no le llega el aire suficiente e intenta coger más.
Si el bebé no presenta ninguno de estos síntomas, pero véis que tiene moco, con fisioterapia respiratoria podemos ayudarle a eliminarlo para así acortar los tiempos de recuperación.